Fuerte apuesta al bienestar animal
Investigadores del INTA y del INTI trabajan también, con apoyo del IPCVA en las investigaciones para determinar la menor huella de carbono en la producción de carne.
NAP) La coordinadora del Proyecto Nacional de Bienestar Animal del INTA, la Med. Vet. Natalia Aguilar, Coordinadora del proyecto “Bienestar animal” aseguró que “mejorar la calidad de vida de los animales repercute directamente en la calidad del producto final”.
Aguilar explicó que la técnica para medir el bienestar animal en la Argentina es el monitoreo de “Los 5 dominios del bienestar (nutrición, salud, alojamiento o entorno, conducta, y bienestar mental)”.
En ese sentido, la doctora Aguilar recordó que: “Nosotros tomamos el tema desde hace 13 años, y trabajamos buscando distintos indicadores para ver como los animales se encuentran en nuestros sistemas nacionales, para ponerlos en un protocolo que nos permita organizar y ordenar el bienestar animal en estos sistemas”.
De acuerdo con diferentes trabajos desarrollados por investigadores y especialistas, se entiende por bienestar animal, el estado físico, mental y las condiciones en que viven y mueren.
“El trabajo comprende que hacemos en el INTA comprende un seguimiento de las adaptaciones que alcanzan la cría del ternero, la recría en la parte sanitaria, alimentaria, las interacciones comportamentales para reagrupar a los animales de acuerdo a su tamaño y temperamento, entre otros factores”, detalló la investigadora.
Asimismo, desde el INTA, junto a la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE, se llevan adelante trabajos relacionadas al engorde a corral, estrés térmico en los sistemas silvo-pastoriles, bosques nativos y su manejo.
Con respecto a la atención sanitaria, la doctora Aguilar explicó que cuando a los animales se le hacen prácticas veterinarias dolorosas, se realizan con mitigantes de dolor y, en el caso del alojamientos se busca darle la mayor comodidad posible teniendo en cuenta el entorno, además de facilitarle el acceso al agua, los alimentos, o la sombra, pero lo más importante es la interacción con los humanos.
La cuestión ambiental
Por su parte el Ing. Agr. Javier Etchazarreta del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), en su presentación se refirió a la necesidad de avanzar “Hacia la declaración ambiental de producto de la carne vacuna argentina”, los EPDs (por sus siglas en inglés).
La investigación involucra a más de 60 productores y 20 frigoríficos que atienden los mercados internos y el de la exportación.
Al respecto describió el trabajo integral que se realiza en el marco de un convenio firmado entre el IPCVA, INTA e INTI para alcanzar la “Declaración ambiental de producto” que garantizará a la carne vacuna argentina una menor huella de carbono y, además de no produce otros impactos ambientales, situación que evitará que a la Argentina se le impongan “barreras técnicas al comercio de carnes”.
“Se trata de un trabajo que consiste en el análisis de los siete impactos ambientales, entre ellos la huella de carbono o huella de agua por escasez, además de otros impactos ambientales
Al respecto, el investigador explicó que “una de las categorías de impacto ambiental que se tiene en cuenta, es lo que se denomina cambio climático, a lo que la gente conoce como huella de carbono, también tenemos la huella de agua por escasez”, detalló Echazarreta.
Con respecto a las mediciones que se deben hacer en ganadería, el técnico del INTI puntualizó que se debe realizar una evaluación cada cinco años, pero también: “Tenemos otros sectores industriales que las pueden hacer todos los años y tenerlas al día”, amplió.
Si bien, hasta el momento los países no toman, al menos por ahora, esta medición como obligatoria, en la mediad que los mercados sean más exigentes: “Estimamos que en algún momento sí será obligatorio, empezando por Europa”, cerró Echazarreta(Noticias AgroPecuarias).
