La inflación se acerca al piso estimado por el gobierno
UN salto en el tipo de cambio y las tarifas inciden en la suba de los precios. El déficit fiscal, en parte, está influido por los subsidios
BUENOS AIRES (NAP) Luego de una fuerte aceleración de la inflación en 2016, la variación de los precios se desaceleró fuertemente en 2017, incluso pese a la continuidad de los aumentos de los servicios públicos. Si bien difícilmente se alcance la meta de 17% anual, la inflación interanual se está acercando a su “piso” de los últimos años, así lo indicó el último Informe Macreconómico publicado por CREA.
Pese a la política implementada por el BCRA, la inflación tuvo una importante aceleración en 2016. En efecto, luego de un crecimiento de 24,6% en 2015, la variación de los precios minoristas fue de 36,2% en 2016
El desvío se atribuiría a que existen otros factores que pueden alterar la dinámica de los precios. Puntualmente, un salto del tipo de cambio o las tarifas inciden en la tasa de inflación, al menos en el corto plazo. En ese sentido, una de las dificultades que actualmente enfrenta el Gobierno a la hora de bajar la inflación es que, como comentábamos en el apartado anterior, la emisión monetaria se encuentra estrechamente vinculada al déficit fiscal. A su vez, el déficit fiscal está explicado en buena medida por los subsidios a los servicios públicos, motivo por lo cual su reducción lleva implícita la necesidad de aumentar las tarifas. De esta manera, se da la paradoja de que reducir el déficit es inflacionario en el corto plazo, en la medida que subas de tarifas tienen un efecto directo (aumento del costo de la energía eléctrica) como indirecto (traslado a precios de la suba de costos por parte de las empresas) sobre la variación de los precios minoristas.
Con todo, el BCRA puede reclamar un éxito relativo en 2017. Los precios minoristas aumentaron 11,8% i.a. en los primeros seis meses del año incluso a pesar de un alza de 16,7% i.a. en los precios en los que tiene incidencia el estado, incluidas las tarifas (de acuerdo al nuevo IPC Nacional elaborado por el INDEC).
Así, pese a que los aumentos tarifarios, como puede verse en el gráfico, mantuvieron una intensidad mayor en el período 2016-2017 que en 2014-2015, la inflación, de acuerdo a las proyecciones del REM4 , cerraría el año en 21,5% a nivel nacional, el nivel más bajo desde 2012. De todas formas, la autoridad monetaria no lograría su meta de 17% anual y, por otra parte, la baja se da en un contexto de apreciación cambiaria. Incluso con la suba del dólar de las últimas semanas, en lo que va de julio el tipo de cambio real se encuentra un 4% más apreciado que en igual período de 2016.
En conclusión, los resultados de la política monetaria implementada por el BCRA son, hasta ahora, más bien mixtos. Mirando el saldo más favorable, la inflación se redujo respecto a los niveles observados en 2016 y terminaría en los valores más “bajos” desde 2012 incluso pese a los aumentos tarifarios.
En contraste con esta visión más optimista, el menor ritmo de variación en los precios se da en un contexto de apreciación cambiaria y también terminaría el año por encima de los objetivos del BCRA de acuerdo con el REM. Para los próximos meses, un dato importante a observar es si la subida del dólar (7,9% desde el 15 de junio) tiene impacto sobre los precios, que en junio mostraron un alza de 1,2% mensual de acuerdo al nuevo IPC Nacional elaborado por el INDEC. Más hacia el futuro, pensando ya en 2018, sería un logro positivo si la inflación cayera por debajo del 20% anual, situación que no ocurre desde 2009(Noticias AgroPecuarias)
EB.