Recomendaciones para el manejo de malezas de la caña de azúcar y el poroto
Enumeración de los yuyos más resistentes en la región. Consejos y productos de UPL para controlarlos.
(NAP) Si el manejo de malezas representa un enorme desafío en la Pampa Húmeda, ni hablar de lo que significa para los productores del noroeste argentino donde la paleta de cultivos es mayor y a las rotaciones con soja o maíz se le suman especies como caña de azúcar o poroto.
UPL Corp Argentina realizó su tradicional Meeting point en Salta y reunió a un grupo de expertos que compartieron recomendaciones e información útil sobre el tema.
Luciano Devani es técnico de Agredes, una consultora que ofrece asesoramiento en Salta, Tucumán, Santiago del Estero y Jujuy. Él fue el responsable de analizar las estrategias de manejo de malezas en soja y maíz y dijo que, en el NOA, las principales problemáticas —en cuanto a malezas resistentes— son Eleusine índica, Urochloa panicoide, Chloris virgata, Amaranthus. Y como emergentes, además del maíz guacho, crece el sorgo de Alepo con fallas de control con haloxifop -no así con cletodim- y otras especies como Pasto cubano y Borreria.
“En el maíz guacho es muy importante el uso de preemergentes porque tiene muchas camadas de nacimientos. En preemergentes hay pocas herramientas y hay que tratar de cuidarlas. Para Pasto cubano estamos viendo grandes resultados con DINAMIC® 70WG, de UPL (Amicarbazone). En esta maleza es importante el uso de residuales porque tiene muchos pulsos de nacimiento a lo largo del verano”, apuntó.
A la hora de las recomendaciones, Devani insistió en estar atentos a las primeras lluvias para realizar el barbecho y poner el preemergente adecuado de acuerdo a las malezas que están comenzando a ser un problema: “pasto cubano, sorgo de Alepo e incluir el maíz guacho que es muy importante que el manejo sea en conjunto. En el caso de Borreria, se está usando mucho el glufosinato de amonio. Pero hay que tener mucho cuidado porque es un activo muy dependiente de la radiación solar, de las temperaturas y la humedad relativa”, dijo.
El técnico aclaró que en el NOA el uso de preemergentes está generalizado y destacó la necesidad de manejar adecuadamente la residualidad de los herbicidas y el uso de mezclas que minimicen la presión de selección.
En su opinión, la presión ejercida por la chicharrita en el maíz no solo impactará en el recorte de superficie con el cultivo, también en el manejo de malezas. “Además de aportar a la salud del suelo y mejorar los rendimientos de los cultivos posteriores, el maíz da la posibilidad de usar otros modos de acción y herramientas de herbicidas para bajar el banco de malezas y minimizar la presión de selección”, argumentó el técnico.
Agustín Sánchez Ducca pertenece a la Estación Experimental Obispo Colombres (EEAOC) y dijo que el principal factor biótico que produce pérdidas de rendimiento en caña de azúcar son las malezas. Para controlarlas hay que hacer un manejo integrado y rotar con leguminosas. “A la hora de usar herbicidas se vuelve clave la residualidad porque la caña de azúcar tiene un período crítico bastante prolongado, de entre 90 y 120 días. El uso de un buen preemergente resulta fundamental, tal es el caso de Amicarbazone (DINAMIC® 70WG, de UPL). También es importante mantener el residuo agrícola de cosecha en superficie, que es de entre 10 y 12 toneladas en nuestra provincia, y tiene múltiples beneficios en lo que se refiere a la economía del agua, menor erosión hídrica y eólica, controla algunas plagas como el Elasmopalpus lignosellus, y tiene una vital importancia en el manejo de malezas”, sostuvo Sánchez Ducca.
“La presencia de rastrojo constituye una barrera para algunas malezas y no alcanza para otras que tienen semillas grandes, como las distintas especies de enredaderas para las cuales hay que tener en cuenta un herbicida que no sólo las pueda controlar, sino que también tenga propiedades físico-químicas que puedan atravesar ese rastrojo: larga vida media, fotoestabilidad, baja volatilidad… Las malezas cambian las reglas de juego constantemente”, dijo el técnico.
El especialista de la EEAOC argumentó que la caña de azúcar es una gramínea y en general las principales malezas que la afectan son gramíneas, sobre todo perennes. Las principales son Cynodon dactylon -la grama bermuda-, Sicyos polyacanthus -una enredadera tupulo que tiene una gran capacidad de competencia, semillas muy grandes, las mil pesan 35 gramos, y pueden emerger de profundidades importantes-. Muy de cerca le viene el Sorgo de Alepo. Y después hay otras importantes como Ciperus rotundus, las gramíneas anuales en general: Echinochloa crus-galli, Urochloa plantaginea, Eleusine índica, Digitaria sanguinalis. Y varias especies del género Ipomoea también son un problema, las de hoja ancha como Amaranthus, la Portulaca Oleracea, etc. Y una que viene empujando fuerte es Tithonia tubaeformis – pasto o yuyo cubano-, un problema en el NOA que puede llegar a medir 6 metros de alto y tiene una gran capacidad de competencia. En las encuestas sale como la que más le preocupa a los productores en el corto o mediano plazo.
Para todo esto, Sánchez Ducca viene haciendo ensayos con el herbicida DINAMIC® 70WG desde hace varios años y lo considera una de las mejores herramientas para malezas como tupulo o Tithonia. “Es excelente”, dice y aclara que funciona con coberturas de 10 o 12 toneladas de rastrojo y controla muy bien latifoliadas dando además un soporte al control de gramíneas anuales.
Lucas Paterlini es asesor, socio de Agredes, y destacó que en el cultivo de poroto las principales malezas son dicotiledóneas o de hoja ancha. “En la consultora estamos evaluando distintas herramientas y entre ellas surge el aporte de pyroxasulfone (WINGER® de UPL, aún sin registro para poroto) para la preemergencia del cultivo, y pendimethalin (SATELITTE®, de UPL) para el control sobre todo de Chenopodium album -cenizo-“, puntualizó y aclaró que “para el manejo de poroto priorizan usar como antecesor un cultivo de cobertura”.
“Hace cuatro años que venimos con estrés en todo el ciclo de cultivo de poroto. El anterior fue uno de los peores de los últimos quince años para el NOA. En preemergencia, los problemas de fitotoxicidad generaran pérdidas de hasta un 50%. Hemos comenzado a trabajar con antiestresantes, tanto para tratamientos de semillas como foliares. En este último caso, estamos realizando ensayos con OPTIMAT®, un bioestimulante antiestresante orgánico elaborado a partir de potasio y extractos vegetales enriquecidos con una mezcla de folcisteína que, aplicado junto con los herbicidas disminuye el estrés por fitotoxicidad”, explicó Paterlini. (Noticias AgroPecuarias)