Desde CAMyA piden la transparencia en la comercialización de la carne
En la reunión de Rosario participó el sector avícola, de la mano de Roberto Domenech, Presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA).
(NAP) El Coordinador Federal de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), Ariel Morales Antón, explicó que los matarifes y abastecedores exigen que en el final de la cadena de la carne (carnicero, supermercados, etc) hagan las cosas bien, o más o menos bien.
Las acusaciones del dirigente de la Carne incluyeron denunciar en las que se asegura que en un lugar de Santa Fe un camión se para en una esquina y los carniceros van a comprar media res vacuna , como si fuese una verdulería, además acusa a Frigoríficos y Matarifes de contar con matrículas vacías y con gente que no saben de su existencia en los padrones legales.
Morales Antón participó en una reunión de la Mesa Nacional de las Carnes en el Mercado Rosgan (durante el Congreso Federal Ganadero) , donde se discutieron temas pertinentes al sector, entre los que se analizó una decisión del Senasa referida a al nuevo sistema de aspersión que deben implementar los frigoríficos para enfriar la media res, medida a la que calificó como “positiva”.
Además, destacó que en la reunión de Rosario participó el sector avícola, de la mano de Roberto Domenech, Presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), y señaló que en la Mesa de las Carnes están todos inmiscuidos, hasta el propio secretario del Sindicato de la Carne José Alberto “Beto” Fantini.
Desde Valor Agregado Agro dialogamos, durante 20 minutos, con Ariel Morales Antón, dialago con Valor Agregado Agro, destacó la función que cumplen los Matarifes y Abastecedores ,y aclaró que a veces se confunde su trabajo con la de los frigoríficos.
“Los matarifes somos más de 3.000 en el país. Nuestra función es comprar el animal en pie en el remate en la feria, faenarlo en un frigorífico habilitado para consumo interno con su propia matrícula y con un reparto vender la media res, los cuartos a las carnicerías, supermercados, autoservicios, que puede ser con camión propio o no, es un trabajo artesanal que llega a toda la Argentina”, explicó. Y añadió que “el 75% del consumo interno que se vende en el país lo proporciona el matarife-abastecedor”.
Cabe aclarar que algunos frigoríficos venden directo, pero la mayoría tienen más usuarios que venta propia de carne. Es decir que, en un frigorífico de consumo interno, cualquiera que sea, estadísticamente tiene un 75% del trabajo que se lo proporciona el matarife, y un 25% que lo vende directo (Datos e CAMyA), por lo cual la función que cumplen es imprescindible para llegar al carnicero del barrio y el normal funcionamiento de las plantas de faena.
Morales Antón, en declaraciones publicadas por radio LV 16, recordó que en el marco de la última Reunión de la Mesa de Carnes, organizada por el Rosgan, que se realizó en la Bolsa de Comercio de Rosairio (BCR), puso el énfasis en la “necesidad de mejorar la comunicación para que se coma más carne”.
“A pesar de los problemas macro que tiene el ciudadano, hay que fomentar que se empiece a comer más carne, hay que mejorar el mensaje, comunicar que la carne es un producto que tiene que estar en la dieta de los argentinos, de los niños chiquitos, de los adolescentes”, argumentó Morales Antón.
Consultado acerca del mercado ilegal de la carne y sus fundamentos, el Coordinador de la CAMyA, aseguró que utilizan como argumento “la fuerte presión tributaria como la que tenemos nosotros. y a eso hay sumarle la caída de las ventasen las carnicerías que hoy tienen que utilizar una luz a una tarifa que no está intervenida ni subsidiada”.
“Lo que quiere el matarife es llevarle la media res a un cliente al que se le pueda hacerle una factura o un remito electrónico. Así se empiezan a formar matrículas “que no son truchas”, porque tributan y porque tienen un nombre y una razón social”, agregó Morales Antón.
Con relación a la intervención del Estado, el referente de CAMyA explico que: “El estado tiene que controlar donde tiene que controlar, pero esto no es ir en contra de los eslabones de la carne. El estado debería tener una planificación de una baja de impuestos donde el eslabón final pueda anotarse y pagar todo y que no afecte al comercio, a su actividad”.
Frente a estas actitudes, “el matarife pierde ventas, porque hay alguien que le está llevando la carne con la factura a nombre de otro, eso no se puede y, ahí está la complicidad de la industria frigorífica, porque para no perder faena ni kilos, arma matrículas y pone gente arriba y lo tiene cautivo. Desde la Cámara vamos a representar al que quiera hacer las cosas bien, el que no las quiera hacer bien no entra a CAMyA”, cerró (Noticias AgroPecuarias).