Arroz 2024-25: buenos precios y clima con efecto positivo en rindes

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Con estos argumentos, las entidades del sector arrocero proyectan 8% más de siembra. Los factores económicos y climáticos que lo impulsan.

(NAP) La campaña 2024/25 de arroz en Argentina se perfila con perspectivas optimistas, especialmente en la provincia de Entre Ríos, uno de los principales centros productores de este cereal.

Así lo establecieron la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, la Bolsa de Comercio de Santa Fe, la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz, la Bolsa de Comercio del Chaco, los Inta  Corrientes, San Javier y Las Palmas, en la presentación de un informe con las primeras proyecciones de siembra de arroz para el ciclo 2024/25 en Argentina.

La proyección es de un incremento de 8,4% en la superficie a sembrar con arroz, lo que equivale a un aumento de 17.050 hectáreas respecto al ciclo anterior. De confirmarse esta expansión, alcanzando un total cercano a las 220.000 hectáreas, el nivel de superficie cultivada sería el más alto desde la campaña 2014/15.

Este crecimiento en la superficie es una señal positiva para el sector arrocero, que viene con altibajos en los últimos años debido a factores climáticos y económicos. A pesar de las dificultades que ha enfrentado la producción, la proyección de crecimiento subraya una tendencia de recuperación y consolidación para la actividad, especialmente en provincias claves como Entre Ríos, Corrientes, Chaco y Santa Fe, que son los principales motores de la producción nacional.

Rentabilidad estable y precios sostenibles

A nivel económico, el sector se enfrenta a una coyuntura favorable, impulsada por un precio relativamente estable del arroz. En el Departamento San Salvador, Entre Ríos, el arroz cáscara largo fino se comercializa a 400 pesos por kilogramo, un valor que ha mostrado resistencia a pesar de las fluctuaciones en el mercado. Con este precio, se prevé que el rendimiento de indiferencia para los productores en 2024, en la variedad largo fino, se mantenga entre 7.000 y 7.500 kg por hectárea, lo que permitiría a los productores asegurar márgenes brutos positivos, siempre y cuando se utilicen las tecnologías adecuadas para maximizar el rendimiento.

Este escenario garantiza la sostenibilidad económica del sector, que depende de la rentabilidad del cultivo para mantener la competitividad y atraer nuevas inversiones. El precio estable y la posibilidad de contar con un rendimiento más alto en algunas regiones son factores que contribuyen a la proyección de una campaña positiva, tanto para los productores como para las empresas vinculadas a la cadena de valor del arroz.

Condiciones climáticas

El contexto climático también favorece las expectativas del sector. Tras los efectos adversos de la temporada 2023/24, con lluvias intensas y pérdidas en algunas zonas de Corrientes, los pronósticos para la campaña 2024/25 son más alentadores. Los modelos climáticos sugieren que el próximo ciclo podría estar marcado por un estado de neutralidad del Pacífico Ecuatorial, lo que disminuiría los riesgos de fenómenos climáticos extremos.

Este cambio podría traducirse en un aumento en el rendimiento promedio del arroz, que pasaría de los 6.582 kg por hectárea de la campaña anterior a un rango estimado de entre 6.700 y 6.800 kg por hectárea.

Esta mejora en el rendimiento, aunque moderada, contribuiría al crecimiento general de la producción y a la estabilidad de la oferta nacional, lo que es clave para la planificación del sector. (Noticias AgroPecuarias)

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