Los maíces temprano a salvo del achaparramiento
El monitoreo y control de la chicharrita se vuelven claves para el éxito de los tardíos. Avanza la siembra de maíz tardío. Las condiciones de humedad y temperatura pueden jugar en contra.
(NAP) El 11° informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis, relevado entre el 22 de diciembre y el 7 de enero de 2025, muestra situaciones claramente diferentes entre las localidades endémicas, relacionadas con si se realizaron o no prácticas de manejo.
Si bien la ausencia de la plaga predomina en todas las regiones, se observa un crecimiento poblacional en localidades del NEA y el Litoral, y un retroceso en el NOA. En tanto, la chicharrita está ausente en el 91% de la región Centro Norte y en el 97% de la Centro Sur, las principales áreas maiceras del país.
Ante el aumento de las condiciones ambientales predisponentes en esta época del año, los expertos recomiendan intensificar los monitoreos a medida que avanza la siembra de maíces tardíos y, en caso de ser necesario, aplicar estrategias de control químico para contener el crecimiento de la plaga y mitigar posibles daños.
Con la siembra de maíz tardío ya avanzada y en un momento del año en que las condiciones de humedad y temperatura ambiental son propicias para la chicharrita, el 11° informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis, que relevó trampas adhesivas de 409 localidades del país entre el 22 de diciembre y el 7 de enero de 2025, presentó resultados dispares.
Si bien resulta esperable un aumento de las poblaciones en esta época, sobre todo en las zonas endémicas, en la región del NOA -la más afectada la campaña anterior- se observa que la plaga no creció e incluso decreció respecto de la semanas previas. El dato se correlaciona con el manejo de los maíces voluntarios (“guachos”), el monitoreo y los controles controles oportunos que se llevaron a cabo.
Por el contrario, en el NEA, donde muchos maíces voluntarios no se eliminaron, se observa un crecimiento de las poblaciones de Dalbulus maidis.
También se registran localidades con valores altos en el Litoral, correspondientes a zonas con maíces que se encuentran en la fase final del cultivo, sembrados en septiembre/octubre con baja o nula presencia de chicharritas, y que hoy tienen plantas que superaron la etapa susceptible crítica.
En tanto, en las regiones maiceras por excelencia, el Centro Norte y Centro Sur, la ausencia de la plaga es prácticamente total. No obstante, dadas las condiciones ambientales, resulta crucial intensificar el monitoreo.
De las 76 localidades relevadas en el NOA, un 37% registró presencia de la plaga.
De las 76 localidades relevadas en el NOA, un 37% registró presencia de la plaga, predominantemente en los niveles más bajos (1 a 4 adultos por trampa).
Se evidencia un retroceso tanto en el número de localidades con detecciones como en la cantidad de insectos respecto de los dos informes previos, lo que se atribuye principalmente a la implementación de controles químicos.
“Hoy, esta región endémica se encuentra sensiblemente mejor que hace un año, y que el NEA y el Litoral. No obstante, el informe indica que resulta fundamental mantener e intensificar los monitoreos, especialmente en las áreas ya sembradas y donde se han adoptado medidas de control, con el fin de detectar posibles aumentos poblacionales durante el período crítico de susceptibilidad del cultivo”, consigna MAIZAR.
Más capturas de adultos
En el NEA, de las 72 localidades relevadas, el 25% presentó capturas de adultos de Dalbulus maidis, principalmente en el Chaco. Si bien predominan los niveles bajos de captura (de 1 a 4 adultos por trampa), la localidad de Perín, en Formosa, sigue siendo un punto crítico, con el valor más alto del país y una tendencia creciente. El noreste de Santiago del Estero permanece prácticamente libre de la plaga, no así el norte de Santa Fe, donde ha comenzado a detectarse.
“La proliferación de maíces voluntarios tempranos, sumada a la falta de un manejo cultural adecuado, ha propiciado un incremento significativo de las poblaciones del vector, especialmente en áreas críticas del noreste de Chaco y en Formosa”, sostiene el informe.
“Es prioritario intensificar los monitoreos y, de ser necesario, aplicar medidas de control específicas en los cultivos de maíz para limitar el crecimiento poblacional del vector y mitigar el riesgo de daños, con especial atención en los puntos estratégicos de mayor vulnerabilidad”.
Un dato importante es que de los adultos colectados en Chaco para determinar mediante PCR el porcentaje de infección con Spiroplasma, causante del complejo de achaparramiento, ninguno dio positivo.
Más monitoreos
En el Litoral, donde se relevaron 39 localidades, un 43% registró presencia de Dalbulus maidis. Corrientes sigue apareciendo con las mayores capturas, con la localidad de Mercedes con el valor más alto en la zona, y en Entre Ríos han comenzado a detectarse algunos focos.
“La coexistencia de maíces tempranos y tardíos en esta región hace imprescindible un monitoreo riguroso de los cultivos”, sostiene el informe.
Si bien los maíces sembrados tempranamente están fuera de peligro, el objetivo es reducir el impacto del vector y las posibles fuentes de infestación para los maíces tardíos, que están aún en las etapas iniciales de desarrollo.
En el NEA, de las 72 localidades relevadas, el 25% presentó capturas de adultos de Dalbulus maidis,
“Resulta crucial aplicar medidas de control en aquellas localidades donde se han registrado aumentos significativos en la población del vector, a fin de proteger el rendimiento del cultivo y evitar la propagación de la plaga”, indica el trabajo.
En la región Centro Norte, el 91% de las 70 localidades relevadas no registra presencia de chicharritas, mientras que el 9% restante, fundamentalmente en el norte de Córdoba y Santa Fe, reporta capturas en la categoría más baja.
Con el objetivo de mantener bajos los niveles de la plaga, el informe recomienda mantener un monitoreo frecuente en los lotes de maíz implantados, especialmente en las cabeceras, donde la detección temprana es más probable, lo que resulta clave para aplicar eventuales medidas de manejo de forma eficaz.
En el Centro Sur, el 97% de las 159 localidades relevadas registró ausencia de la plaga, mientras que el 3% restante muestra una presencia incipiente en localidades de Córdoba y Santa Fe.
“Estos resultados reflejan una ausencia temporal y espacial significativa del vector en esta zona agroecológica. No obstante, en el marco del manejo integrado de plagas, es fundamental mantener un monitoreo constante, especialmente en lotes donde el maíz ya está implantado y se encuentra en el tramo final del período susceptible”.
Para acceder al informe completo de la Red: https://www.maizar.org.ar/vertext.php?id=905
Las trampas amarillas
Las trampas cromáticas adhesivas atraen a las chicharritas por su color, lo que permite utilizarlas para monitorear las poblaciones, y, en función de ello, orientar estrategias de acción. Esta herramienta se usa en varios países, como Brasil, que convive con esta plaga exitosamente desde hace décadas.
La Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis releva cerca de 450 trampas estratégicamente desplegadas en toda la región maicera del país cada 15 días, y suma resultados de trampas ubicadas en Uruguay. Esos datos permiten elaborar los informes que describen el estado de situación dos veces por mes. (Noticias AgroPecuarias)