El trigo tuvo una semana de alivio en las zonas anegadas
Aunque 33% de lo implantado presenta exceso hídrico, un 45% del área nacional tiene un estado hídrico entre óptimo y adecuado.
BUENOS AIRES (NAP). Las buenas condiciones climáticas que se registraron durante la última semana sobre gran parte del área agrícola argentina permitieron recomponer el estado del trigo implantado en las provincias de Buenos Aires y La Pampa, regiones comprometidas por las inundaciones acumuladas durante el invierno.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, con datos recolectados hasta este jueves 21 de septiembre, detalló que 33 % de las 5.350.000 hectáreas incorporadas durante el ciclo 2017/18 aún presenta una condición de humedad excesiva, que si bien registró una mejora en los últimos días, continúa afectando el normal crecimiento y desarrollo del cereal.
“Sin embargo, el 45 % del área nacional presenta un estado hídrico entre óptimo y adecuado, concentrado principalmente sobre las regiones del centro del país, donde la condición del cultivo es muy buena y se esperan rendimientos por encima del promedio zonal”, dijo la BCBA.
Por zonas
El cereal implantado en las regiones del NOA y NEA presentan una condición regular debido al déficit hídrico que se comenzó a registrar en el último mes, afectando el llenado de grano en lotes tempranos.
En aquellos lotes que se implantaron sobre el final de la ventana óptima de siembra, la condición de cultivo es mejor ya que la falta de humedad afectó en menor medida al estado de espigazón.
En algunas localidades de Salta se relevaron lotes tempranos que ya se encuentran próximos a madurar fisiológicamente, con expectativas de rendimiento por debajo del promedio de los últimos cinco años como consecuencia a las heladas que se registraron en etapas críticas del ciclo fenológico.
En paralelo, en las regiones Núcleo Norte, Núcleo Sur y Sur de Córdoba el cultivo continúa transitando etapas de macollaje y principios de encañazón bajo una humedad que varía entre adecuada y óptima, aunque algunos ambientes bajos continúan registrando excesos hídricos y falta de piso para poder realizar aplicaciones de fungicidas y fertilizantes.
En el Centro-Este de Entre Ríos se controló roya y mancha amarilla en lotes próximos a espigar con el fin de mantener una buena sanidad durante el resto del ciclo del cultivo.
Por otra parte, en el Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires las pérdidas de área por los excesos hídricos acumulados podrían promediar entre un 10 % y 30 % en lotes que transitan etapas de macollaje y encañazón, en función de la fecha de siembra. En cuanto al estado sanitario se relevó gran presencia de roya, mancha anaranjada y amarilla, aunque el estado del cultivo en ambientes altos es muy bueno.
Situación similar ocurre en el Centro de Buenos Aires, región que a la fecha presenta más del 55 % de la superficie triguera con excesos hídricos y anegamientos.
En el Sudoeste de Buenos Aires-Sur de La Pampa se realizaron aplicaciones de fertilizantes nitrogenados en lotes que diferencian macollos con el fin de lograr los parámetros de calidad a cosecha.
La condición de humedad es óptima, aunque algunos ambientes mantienen excesos hídricos producto de las últimas precipitaciones registradas.
En el Sudeste de Buenos Aires, región que aportó el 12 % del trigo implantado a nivel nacional, el cereal continúa transitando etapas vegetativas de macollaje y encañazón.
Gran parte del área implantada se encuentra bajo exceso hídrico, limitando no sólo el crecimiento y desarrollo de las plantas, sino también la posibilidad de realizar aplicaciones de fertilizantes para reponer nutrientes en el suelo.